La colocación de piercing en el cuerpo es una práctica antigua de decoración para propósitos de belleza, ritos, posición social y significado religioso. En la actualidad, sigue siendo de interés popular aunque por diversas razones, hoy día es común, sobretodo en adolescentes, en el labio inferior y la lengua, en los cuales se ha observado un aumento de las complicaciones relacionadas con esta práctica, que consiste en colocar joyas en agujeros abiertos en los tejidos orales y peri-orales.
Algunas entidades han emitido comunicados en oposición a esta práctica, entre ellos la Asociación Dental Americana, la cual objeta en especial el piercing de la lengua, debido a que es un zona muy vascularizada y puede sangrar mucho más fácil que otros lugares del cuerpo y en ocasiones puede traspasar algún nervio originando parálisis parcial o total de la zona perforada.
Consecuencias del Uso del Piercing:
Fracturas y fisuras dentales.
Alergias al metal.
Deglución de la joyería.
Transmisión de hepatitis B, C o D y del VIH.
Infecciones bacterianas.
Bloqueo de las vías aéreas por severa inflamación de la lengua.
Quistes, abscesos y tumores.
Daño a las restauraciones.
Diseminación de la infección a otras partes del cuerpo.
La corriente galvánica de la joyería metálica en contacto con restauraciones metálicas podría producir sensibilidad pulpar.
Halitosis por acúmulo de bacterias.
Interferencia del habla.
Aumento del flujo salival.
Enrojecimiento e inflamación.
Cicatrices.
Dificultad para la deglución y la percepción de los sabores.